Cuando nuestros sueños se ven cumplidos y la felicidad llena nuestras vidas, es fácil dejarnos llevar por la alegría y no percatarnos de que mientras celebramos podemos estar perdiendo algo valioso:
Nunca descuidemos a nuestros amigos y familiares. Cuando estemos felices, hagámosles partícipes de nuestra alegría. Y aunque en esos momentos no les necesitemos tanto, la vida da muchas vueltas y los volveremos a necesitar. Si los cuidamos, ahí estarán para nosotros. La vida puede estar compuesta de muchas cosas, unas buenas y otras no tan buenas…
♥ La vida va bien.
Hay momentos en los que la vida se llena de grandes momentos en los cuales te sientes verdaderamente libre para amar y ser amado, con tantos triunfos que sientes que todo va a estar bien para siempre, y es que puedes estar rodeado de muchos de los seres a quien tanto aprecias ya sea tu familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos, en fin tanta gente.
Un mundo en el cual eres ganador.
► La vida va mal.
Otras etapas de la vida empiezan con un día cualquiera, que al abrir tus ojos en la mañana te das cuenta que de un momento a otro todo cambió, lo que antes fue de color rosa varió se volvió completamente gris.
Tu familia se desintegra, tus amigos te dan la espalda y aquellos sentimientos que antes estaban junto a ti y eran de amor, cariño, confianza, solidaridad… ya no lo son más, las melodías del alma se han apagado y sientes que sin darte cuenta ingresaste en un camino muy difícil, estás perdido dentro de un bosque, con mucha neblina que no te permite ver el horizonte ni tampoco los peligros que están próximos.
En ese instante el miedo recorre tu cuerpo, se estremece y tu corazón quiere salirse de tu pecho, estás desorientado sin saber a dónde correr, ni cómo enfrentar aquel peligro.
☼ Y de repente…
De pronto, en medio de la nada, aparece un rayo de esperanza, en el lugar en donde tú NUNCA imaginaste que podía existir, aquel rayo puede y debe ser tu soplo de vida, para continuar, para no dejarte vencer por las tristezas de la vida y avanzar con la cabeza en alto, a paso firme, venciendo todos los obstáculos.
¡Tú puedes superarlo todo!
Sólo cuando hayas logrado superar y atravesar aquel bosque lleno de peligros te darás cuenta que en realidad no todo fue tan malo, porque si no hubieras pasado por todo ello, nunca hubiese sido posible que te dieses cuenta lo valiente e inteligente que eres; porque fuiste, TÚ, el que luchaste sin descanso y no te dejaste abatir por las dificultades de la vida.
Y con tan sólo un rayito de luz fomentaste tu fe, llenando tu espíritu y corazón con suficiente valor como para salir del lodo en que te encontrabas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario