Hay veces que no dejamos que los demás hablen tranquilamente y nos oponemos agresivamente a cualquier cosa que estos digan. Aprender a escuchar a las otras personas, por más que no estemos de acuerdo con lo que ellos dicen, tiene que ser una de las cuestiones básicas de nuestro desenvolvimiento cotidiano. Sabe tolerar las críticas y las voces.
Quien sabe hablar también sabe escuchar. Y viceversa. Todo parte del respeto, el entendimiento y la serenidad. Sólo aquel que está preparado para ello, sabe aceptar a los demás, incluso sus prejuicios, exageraciones y otras cosas que mucha gente no toleraría.

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