La vida es como un árbol que da frutos: en ocasiones lo ignoramos, otras veces escogemos probar sus frutos.
• Unos frutos son dulces, buenos.
• Otros frutos son amargos, agrios, están pasados, pudriéndose y nos hacen mal…
Hay quienes siempre eligen vivir amargados y quienes siempre buscan lo mejor para disfrutarlo y compartirlo. La elección es nuestra.¿Qué sucedería si cada día escoges el mejor de todos los frutos?
¿Por qué crees que no estás escogiendo ya, a menudo, el fruto de tu elección? ¿No hay frutos extraordinarios en tu árbol? ¿Estás tan distraído por los problemas cotidianos que nunca te paras a ver el árbol de tu vida?
Sea cual sea la razón, en muchas oportunidades no sabes elegir ni apreciar las oportunidades que te da el universo.
¿no te la pasas arrancando frutos podridos? y lo peor de todo, ¿compartiendo de esos con otro?
¿Cuáles son los motivos que nos hacen elegir las frutas verdes de la vida? El miedo, la inseguridad, la creencia de no merecer, la vergüenza y la falta de confianza personal.
A veces estiramos la mano esperando que nadie nos observe, para escoger lo mejor, pero si alguno nos reclama, creemos que es suficiente como para dejarlo, ¿por qué? Tú también mereces sonreír, vivir con satisfacción.
No importa lo mucho que te hayas equivocado, o caído, tienes el derecho de sacarle a la vida los mejores frutos.
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