Un minuto para un apretón de mano. Un minuto para sentir la responsabilidad, la ansiedad, la decepción, la alegría.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser. En un minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo. Un minuto para comenzar la reconstrucción de una vida.
Minutos... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos "es un minuto" que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a algún lugar...
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida. Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "sí no es hoy, será mañana".

No hay comentarios:

Publicar un comentario