El diálogo es muy importante en nuestras vidas, si dialogásemos a menudo tendríamos una vida diferente, una vida valiosa desde la escucha, la comprensión y el entendimiento.
La escucha es el primer paso para dialogar: cuando nos preocupamos por conocer el punto de vista de los demás no sólo les damos la posibilidad de expresarse, sino también aprendemos a conocerles mejor.
Si escuchamos, ya hemos dado un enorme paso al diálogo.
El diálogo comienza por la escucha y se afianza en el buen trato. Diferir es algo muy común: todos somos seres humanos únicos que ya poseen una personalidad definida. Pero esto no es excusa para no saber arreglar las diferencias que en un momento dado nos pueden llegar a alejar de quienes nos rodean, debemos vivir en comunidad.
Dialogar es crear un ambiente de comunicación y confianza, quizás hayan muchas situaciones que nos saquen de nuestras casillas, pero tomar la alternativa sencilla al discutir no es lo mejor. Lo mejor entonces es que aprendamos a usar nuestros oídos y nuestra boca de una manera adecuada, para en lugar de hacernos los sordos y lanzar dardos envenenados, nos pongamos en los zapatos de los demás y conciliemos. Ambos con sinceridad.
Si escuchas, das un buen trato y dialogas, lo más probable es que desarmes a un corazón enfurecido. El diálogo requiere de dos voluntades, ¡qué bueno sería dar ejemplo! Si nosotros cedemos, si le demostramos a los demás que buscamos comprenderlos…
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