No aparentes lo que no eres
La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros, unos más duraderos que otros y unos más pasajeros que otros…
Todos los momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos, recordarlos y olvidarlos.
Hay momentos en la vida que nos marcan para siempre, dejan huellas que nada puede borrar porque han quedan marcadas en nuestros corazones.
Muchas veces debido a amores que murieron por un error nuestro, o errores de ellos pero en los que ninguno tuvo la humildad de saber pedir una disculpa, errores por los que dejamos atrás aquello que con un poco más de esfuerzo nos pudo haber hecho felices y dar otro rumbo a nuestra vida.
Pero ya es tarde, por eso se llaman “momentos” y si no sabemos guardarlos o cuidarlos se nos van como agua entre los dedos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que no hiciste, eso ya pasó.
Conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has llorado y lo que has reído; son momentos que te acompañarán cuando llegue el otoño a tu vida y un día te sorprenderás volviendo la vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y sido amado.
No permitas que las sombras de la tristeza borren tus momentos,no permitas que nadie te borre los recuerdos. Sembraste amor en otra persona y ese es un sentimiento que no todos lo saben dar; si amaste y te amaron y si no recibiste lo que diste que tampoco te importe, has sido privilegiado.
Siempre hay que darlo todo, no guardarse nada, aprender de los errores y ser humildes, desgraciadamente esto es algo que aprendemos cuando ya hemos cometido los fallos, pero te queda la oportunidad de enseñar a los tuyos la nobleza del perdón y del no guardar rencor a nadie, sólo así lograremos ser felices.
Procura no retrasar las cosas, olvidar y conservar recuerdos te dará más alegría y felicidad a tu vida.
Pero duele mucho cuando el error que cometemos es el mismo que el de antes. Cometer el mismo error duele hasta destrozarnos el alma.
Quisiéramos que la tierra nos tragara e hiciera desaparecer, pero tenemos que ser fuertes, afrontarlo, levantar cabeza y mirar hacia adelante. El pasado no se puede cambiar, el futuro sí.
¿Cuántas veces has cometido errores y cuántas veces has prometido no volver a cometerlos?
Todos conocemos el desagradable sentimiento de darnos cuenta que hemos fallado en algo que pensábamos que ya teníamos controlado, nos sentimos como casos perdidos, deseando tener el poder de regresar en el tiempo para hacer las cosas diferentes. Son muchas las cosas que podríamos cambiar y no cambiamos, darnos cuenta de ello nos entristece y hace sentir que somos “casos perdidos”.
Muchas veces nos falta el valor y la fuerza para mirarnos a nosotros mismos y desearíamos poder escondernos o perdernos.Pensamos que igual si hubiésemos sabido el dolor y la frustración que provocan nuestros errores no hubiéramos vuelto a fallar de la forma que hicimos, pero lo hicimos.
Muchas son las veces que nos dejamos llevar por la emoción del momento, o en las que tomamos una decisión al impulso de sentimientos, sin razonar, sin pensar en las consecuencias que nos afectan a nosotros mismos y de paso, muchas veces también involucramos sin querer a terceras personas, haciéndolas sentir tanto o más mal.
― En el pasado hemos errado, pero en el futuro no.
Lo ideal para una vida tranquila, sería no cometer errores, pero sabemos que como humanos tropezamos una y otra vez y muchas veces esos tropiezos son resultado de descuidos, de no cuidar el corazón y nuestros principios. Sin embargo y a pesar de caídas y tropiezos, siempre tenemos la oportunidad de rectificar, no importa con qué fuerza caigamos y nos fallemos a nosotros mismos, lo importante es que retomemos fuerzas, que nos levantemos con más impulso y sacudamos el polvo de nuestro corazón. Debemos evitar reprocharnos los errores cometidos y mirar hacia adelante con nuevas esperanzas, con el propósito firme de salir del fango en el que nos hundimos.
Nunca se es un caso perdido, tú nunca lo serás. Siempre habrá esperanza mientras estés dispuesto a tomar ventaja de las oportunidades para rectificar. Habrá esperanza para ti mientras en tu corazón tengas el deseo de salir adelante y gritarle al mundo entero: “me equivoque una, dos y muchas veces, pero me he levantado y no volveré a cometer el mismo error de nuevo”.
No es fácil ser o querer ser bueno en todo, nadie lo es, pero poco a poco iras liberando tus cargas. Ya no tendrás que callar cuando lo único que deseas es hablar. Nadie te podrá ordenar lo que tú no desees hacer.
PROTÉGETE, eres una persona valiosa. Nunca permitas que nadie te diga algo destructivo. Di NO a quienes te hacen mal, ignóralos.
Siempre habrá personas que te llevan la contraria, que se te acerquen con palabras destructivas y contrarias a tu felicidad, personas a las que si escuchas te podrán hacer sentir poca cosa. Pero tú debes ser fuerte, siempre sabiendo que no es así, tú eres importante porque tu interior te lo hace florecer.
Nunca digas que alguien es mejor que tú, todas las comparaciones son odiosas. No dejes que las personas que no son buenas para tu bienestar entren a tu vida, no se lo permitas. Así como desechas la basura, de la misma manera desecha lo que te hace mal. No necesitas malas personas, rodéate de la gente que da amor sin pedir nada a cambio, personas que te quieren aun sin saber quien eres. Las personas que nunca has visto entran a tu vida con un propósito, y merecías conocerlas para tu propio bienestar.
Apártate de las personas ruidosas, son las que menos aportarán a tu vida, supone un gran cansancio tenerlas. Huye de esa clase de gente, son muy ruidosas porque no tienen nada que decir y la única manera que tienen de hacerse notar es insultando. Están vacías y sus vidas amargadas.
No permitas que la vida o el estrés diario arruine un bello día, si tú estás mal, todo está mal, incluso tu rostro lo reflejará. No te dejes abatir con lo negativo, bórralo de ti y sonríe, eso te renovara, te veras de otra manera. Siempre piensa que el día de hoy no se repetirá y de ti depende como tomarlo, si la gente te ve feliz y seguro de ti, alejarás las cosas malas.
Siempre intenta acercarte a las personas que te aportan buenas vibraciones. Busca también dedicar un tiempo sólo para ti, eres lo primero.
Ríe todas las veces que tengas que reír. La risa es una medicina muy buena; el buen humor te hace jovial y te ayuda a ver la vida con mejor actitud. Las lágrimas nunca desaparecen de nuestras vidas, pero a veces son necesarias porque limpian las heridas que llevamos y son buenas para el alma.
Eso no es algo que se encuentre en los libros, revistas ni en palabras como estas que en estos momentos lees: Eso es algo que está DENTRO DE TI.
El concepto que tienes de ti da forma a cómo reaccionas ante cada circunstancia que se te presenta, ya sea una pequeñez o algo realmente grave. ¿Te has fijado que ante una misma circunstancia las personas reaccionan de mil formas diferentes? Eso es porque no son las cosas externas las que determinan cómo va a desenvolverse una situación, sino lo que cada persona lleva en su interior.
¿A dónde quiero ir a parar? A que dediques unos minutos a pensar en ti y en el concepto que tienes de ti. Luego piensa en la persona que deseas llegar a ser. ¡Si puedes imaginarlo, puedes conseguirlo! El mundo entero puede pensar que tú no llegarás lejos, que no superarás un problema, que siempre vivirás en el mismo ambiente, que estás destinado a vivir de cierta manera… pero lo único que cuenta es si tú te lo crees o no.
Muchas veces culpamos a nuestras familias, nuestro entorno y las circunstancias que nos rodean. Pensamos que todas esas cosas han dado forma a lo que somos y que es definitivo. ¡Por supuesto que todo eso te condiciona y te influye, pero no tienen la última palabra sobre ti!¡Tú tienes la última palabra!
Hay personas que estaban muy abajo y que han llegado a volar lejos. Lo consiguieron porque creyeron que podían conseguirlo
Si quien amas te hace sufrir y no te hace sentir bien, feliz, amado, deseado y valorado… entonces, aunque duela, es hora de decir adiós porque tú y tu bienestar es lo más importante.
Hay veces que sientes que el amor murió.
Nunca calles lo que tu corazón guarda. No es malo sentir ganas de llorar, gritar, desahogarse y sacar todo ese dolor que sientes. Cuando nos duela y queramos curarlo hay que llorar para desahogarlo, debemos aferrarnos a nuestra felicidad y dignidad.
Aunque te duela, aférrate a ti. No permitas que se te cierren las puertas de la vida, nunca permitas que nadie te pisotee.
En la medida que aprendemos a alegrarnos por la felicidad de los demás, nuestra propia vida mejorará. Cuando nos falta algo y logramos aceptar que los demás lo tengan aun sin merecerlo, Dios y la vida misma nos acaba dando mucho más de lo que deseamos. Cuando la envidia deja de corroernos por dentro y fuera, la luz nos ilumina y el amor puede llegar a nuestra vida y parecer un cuento de hadas (aunque bien es cierto, habrá noches que a las doce retorne a sapo).
Depende de ti mismo que cada día sea especial, es algo que te tienes que proponer tú mismo. Así, tal vez, la próxima vez que sientas cosquillas en tu estómago y tu corazón hecho un volcán, no sea por envidia sino por tu propia felicidad y la de los demás.
Porque al final todo lo que se desea para los demás… ¡a nosotros se nos revierte y por partida doble!
La escucha es el primer paso para dialogar: cuando nos preocupamos por conocer el punto de vista de los demás no sólo les damos la posibilidad de expresarse, sino también aprendemos a conocerles mejor.
Si escuchamos, ya hemos dado un enorme paso al diálogo.
El diálogo comienza por la escucha y se afianza en el buen trato. Diferir es algo muy común: todos somos seres humanos únicos que ya poseen una personalidad definida. Pero esto no es excusa para no saber arreglar las diferencias que en un momento dado nos pueden llegar a alejar de quienes nos rodean, debemos vivir en comunidad.
Dialogar es crear un ambiente de comunicación y confianza, quizás hayan muchas situaciones que nos saquen de nuestras casillas, pero tomar la alternativa sencilla al discutir no es lo mejor. Lo mejor entonces es que aprendamos a usar nuestros oídos y nuestra boca de una manera adecuada, para en lugar de hacernos los sordos y lanzar dardos envenenados, nos pongamos en los zapatos de los demás y conciliemos. Ambos con sinceridad.
Si escuchas, das un buen trato y dialogas, lo más probable es que desarmes a un corazón enfurecido. El diálogo requiere de dos voluntades, ¡qué bueno sería dar ejemplo! Si nosotros cedemos, si le demostramos a los demás que buscamos comprenderlos…
No importa cuanto se ha sufrido o llorado, la vida siempre nos brindará nuevas oportunidades, hay que saber aprovecharlas a tiempo y escuchar lo que nos dice el corazón porque él no se equivoca.
Muchas veces el corazón nos ha intentado prevenir acerca de alguien que no nos conviene, o nos ha alertado de que una acción que estamos a punto de tomar y no es bueno que la hagamos… pero hicimos oídos sordos a lo que nuestro corazón nos decía y terminamos lastimándonos o lastimando a personas cercanas.
Cuando se están haciendo las cosas bien se siente, tu rostro cambia, tus ojos se iluminan y es ahí cuando te das cuenta que el seguir lo que tu corazón te está dictando es lo mejor.
Puede que duela tener que volver a levantarse y confiar, pero a pesar de todo eso tu corazón sigue latiendo.
No hay que dejar que el dolor cambie nuestra vida o decisiones, date tu tiempo, y sigue adelante.
Las formas de vivir un duelo son únicas en cada ser humano: habrá quienes decidan afrontar la situación encerrándose en su dolor y quienes decidan abrirse al mundo como medio de apoyo para superar la dificultad. Todo se supera, el tiempo de duelo también.
Sea cual fuere nuestra situación, debemos ser conscientes de que nosotros aún seguimos aquí por alguna razón, y que podemos superar las tristezas de nuestro camino... habrán unas que requieran de mayor tiempo, otras no tanto; pero todas tienen algo en común: son superables.
El duelo es un proceso, y por lo tanto, necesita de tiempo. Podemos seguir adelante y aprender de los golpes de la vida, pero primero debemos mimarnos mucho para no caer en los extremos, no hay que lastimarse. Al superarlo, vamos a aprender a recordar sin dolor para poder seguir en la búsqueda de nuevos horizontes.
Todos hemos pasado por un duelo. Lo que es seguro es que sin pasar por esos duelos, no seríamos capaces de darle tanto valor y amor a lo que ahora tenemos.
La vida casi nunca es como quisiéramos, está llena de desilusiones, decepciones, traiciones y nuevos problemas que llegan cada día.
Podemos vivir enojados, recordando cada momento incomodo de nuestras vidas, y tendríamos justificación para pensar así. Pero con un enojo constante no podemos ser felices.
Si cuando caminas por la calle te fijas en las caras de las personas, notarás que la mayoría de ellas van serias, en su mundo. Pocos sonríen, o miran hacia adelante el camino.
Sin duda no nos faltan razones para estar detenidos en lo oscuro, en la noche. La vida casi nunca es como quisiéramos y por eso creemos que es válido y razonable quejarse a cada momento.
Muchas mujeres y hombres eligen vivir a consecuencia de lo anterior en un estado de enojo permanente, incómodos, e inconformes sin importar las circunstancias.
Pero... ¿Cómo te sientes al final del día? ¿Crees que ganas resistiendo a los hechos que no puedes cambiar?
Vivir enojados no sólo te influye interiormente, sino que influye en las personas que te rodean.
Por eso, es momento de que cambies de aire, y empieces a mirar hacia adelante.
No, no somos fracasados, somos personas que caemos, nos levantamos, adaptamos y logramos aquello que nos proponemos.
Damos demasiada importancia a aquellas personas que ya no debieran ser nada para nosotros, y nos olvidamos de la más importante de todas: nosotros mismos.
No es lo mismo fracasar y ser un fracasado.
Por lo general, cuando llegamos a fracasar en algo, intentamos repetirlo de forma que lo hagamos mejor que antes, o aprendemos de la experiencia e intentamos hacer algo nuevo. Pero también puede ocurrir que nos demos por vencidos y no lo intentemos de nuevo, convirtiéndonos así en fracasados.
No veas el fracaso como algo destructivo,
Trata de mantener el entusiasmo, la iniciativa y sobre todo una buena y alta voluntad de luchar.
Trata de desechar la cólera, especialmente en contra de ti misma.
Analiza el porqué del fracaso y actúa diferente.
Toma un fracaso como un obstáculo que sabrás sortear en un nuevo comienzo.
Se consciente de que ningún fracaso es el final de la soga, porque la vida continúa y nos brinda muchas y nuevas oportunidades.
Recuerda que lo importante no es evitar caernos, pero sí el aprender a levantarnos cada vez con más fuerza.
No adoptes el papel de víctima pensando en que “todo me sale mal”.
Escucha con atención los consejos y la crítica constructiva, recuerda que dos cabezas piensan mejor que una.Y lo más importante de todo: puedes mejorar tu situación.
No necesitas que otros cambien, que las cosas a tu alrededor cambien… necesitas adaptarte aprendiendo de la experiencia para triunfar en lo que te propongas.
No esperes triunfar a la primera, cuando fracases en algo inténtalo de nuevo, levántate y emprende un nuevo camino, poco a poco, paso a paso. No pretendas triunfar tan pronto te lo propongas, eso es algo que se hace con paciencia, siendo realistas y aceptando tus limitaciones pero también aprendiendo a reconocer tu potencial. Comienza poco a poco, construye tus sueños desde abajo hacia arriba, pues cuanto más alto volamos sin medir nuestra fuerza, más fuerte puede ser la caída.
Todo aquello que te propongas lograr, que sea por ti y para ti,tomando en cuenta que de ti dependen también los que amas.
Da explicaciones y no te quejes. Las personas se ponen a la defensiva y no escuchan objetivamente si usted se la pasa quejándose o trata de rebajar a los demás. Trata de explicar lo que te molesta de una manera calma, respetuosa y amigable, de esta manera los demás te escucharán mejor.
Deja de disculparte cuando en realidad no lo sientes. Si has cometido un error discúlpate y explica las razones de tu comportamiento. Pero deja de decir a cada rato: lo siento cuando usted no lo siente. Este es un hábito que lo mantendrá atado a la culpa e impotencia.
Aprende a decir que no sin necesidad de decir NO. Recuerda también no ser extremista y si puede ocasionalmente sea flexible y ceda.
Aprende a poner límites con sus amistades, compañeros y familia y sientáse mejor acerca de usted mismo y sus interacciones con los demás mientras toma responsabilidad de como los demás lo tratan.
Muchas veces es difícil perdonar, como así también lo es pedir disculpas. Pero tiene que ser parte habitual de nuestras vidas. Nos permite observar qué es lo que hacemos mal y bien y, además, nos posibilita reestablecer una relación con la otra persona. Una simple palabra que no se dice puede causar que un lazo de amistad o amor se desvanezca por completo.Te sentirás mucho mejor luego de hacerlo, sabrás que has hecho lo que debías.
No es sencillo programarse contra el pesimismo, pero que se puede, se puede. Debes empezar a pensar en positivo, tratando de crecer como personas, para lograr lo que nos proponemos.
Mejorando nuestra autoestima podemos llegar a encontrar el punto de partida hacia muchas cuestiones que no podemos conciliar.
Así empezamos, y hoy, a veces tenemos la triste sensación (y en el fondo sabemos que es así), de que nuestra vida se hunde cada vez más en la monotonía en ese “todos los días lo mismo”, que a veces de tan acostumbrados parece haber dejado de preocuparnos.
Otras veces tocamos fondo, y en esos instantes de conciencia, sentimos que queremos recuperar en un minuto todo lo que perdimos, toda la vida que se nos fue, por miedo. Y empezamos a tratar de llenar todos esos agujeros de nuestra realidad. Algunos lo hacen con el estudio, otros con el trabajo, otros llenándose de cosas materiales, otros tratando de hacer todo eso al mismo tiempo, otros quizá quedándose en casa, llorando, sintiendo que sus vidas están destinadas a ser un desastre, desgraciados por su propia cobardía, por el miedo a intentarlo.
A veces nos detenemos por un momento y miramos nuestra vida como “desde afuera”, y nos consolamos diciendo :”Y bueno, la mayoría de la gente pasa por lo mismo” y nos duele nuestro pasado, y sentimos miedo del futuro, olvidando casi por completo nuestro presente. Y la lógica e inevitable consecuencia es que nuestra vida siga siendo lo mismo, sabiendo que probablemente, dentro de algunos años despertaremos a nuestra realidad y veremos que la mayor y mejor parte de nuestra vida se fue entre el temor y la resignación, y que ya no somos tan jóvenes, ni tenemos esa fuerza que en su momento no supimos aprovechar, por miedo.
En los momentos más optimistas comenzamos a planificar nuestra lucha por una nueva vida y decimos que quizá sea mejor mañana, porque hoy no estamos de ánimo, o durante el fin de semana, o cuando nos den las vacaciones, o cuando consigamos un buen empleo, o cuando paguemos nuestras deudas, o cuando nos recibamos, o cuando llegue el verano, o cuando deje de hacer tanto calor, en fin...
No hay mejor momento para comenzar que este, ahora, ya.
Jamás olvides que tu misión más valedera es lograr una vida de la que no sientas lástima, y que lo más importante que podés proponerte es ser feliz, el resto es sólo una consecuencia.
El tiempo no es paciente, mañana es tarde.
¿Cómo hacer que tu tiempo te alcance? Somos imperfectos,queremos libertad para hacer nuestras cosas, queremos espacio para estudiar, mejorar nuestras capacidades, queremos estar sentados frente al monitor sin tener que pensar en que hay que hacer después…
¿Cómo hacer todo lo que hay que hacer sin descuidar nada, ni a nosotros mismos? Con organización.
Si, todo es cuestión de organizarte, puedes tener tiempo para estar bien arreglado y a la vez hacer tus cosas cotidianas.
Siéntate y piensa, empieza a enumerar tus prioridades, recuerda que sólo tú mandas en tu vida, que no eres empleado de nadie, tú lugar, nadie te lo puede quitar.
Entonces levántate con buen humor,dispuesto a hacer cosas que te hagan feliz; mírate al espejo y sonríe. Dedica un tiempo para ti, para arreglarte, para sentirte bien.
Si tienes muchos planes, levántate una hora antes y haz esa rutina, para que luego te puedas desconectar un poco. Es bueno mantener contacto con los amigos, es agradable recibir saludos cada día y por ser a través de Internet no es menos especial ya que hoy día es parte de nuestras vidas.
Cuando estés enojado no es bueno que te pongas a discutir, siempre busca el momento y la hora adecuada para hablar de temas más desagradables.
Cuando se quiere, se puede.
Los errores son parte de la vida y nos brindan la oportunidad de ser mejores aprendiendo de la experiencia y aceptando consecuencias. No tengamos miedo a reconocer lo que hicimos mal, con el tiempo descubrirás que es la mejor manera de aprender de la vida, de tu vida.
El caminar tiene sus tropiezos y caídas, pero esto no significa que haya que dejar de dar pasos. Equivocarse trae muchas ventajas, si aprendemos a mirar lo que sucede con buenos ojos.
Duele equivocarnos. Pero a veces nos duele más reconocerlo… Es una sensación inexplicable de dolor en el alma. Pasamos entonces a tener una mezcla de sentimientos revueltos en la panza y aunque deseemos reconocer que nos equivocamos, nos rendimos ante la facilidad del no hacerlo.
No nos gusta desacomodarnos. Queremos seguir teniendo la “razón” así cueste, el orgullo no permite que salgamos de nuestra posición y allí nos enredamos y nos desgastamos intentando creer que no nos hemos equivocado, o que si lo hicimos, fue de una forma pequeña, vemos tan borroso, que preferimos creer que no hay nada de mancha en el horizonte. Pero… ¡Nos equivocamos!
El orgullo y el no querer vernos en nuestra condición de seres en proceso de construcción pueden llenar de lodo nuestros pasos. Si nos equivocamos, nada hay de malo en reconocerlo y aceptar las consecuencias, todo lo contrario, ello nos llena de mayor valor: necesitas de más determinación y valentía para mirarte a ti mismo antes que mirar a los demás.
Perdonarnos para poder perdonar. En demasiadas ocasiones somos muy duros con nosotros mismos y nos culpamos de todo lo que sale mal en nuestras relaciones.
Cuando una relación está pasando por malos momentos, pensamos y pensamos... si hubiésemos hecho esto o eso otro, las cosas serían diferentes… Nos vienen a la cabeza ocasiones en las que podíamos haber actuado mejor, dicho otras cosas y reaccionado de forma diferente… es como si nos echáramos en cara no ser perfectos cuando eso es algo que nadie puede pretender serlo.
Intentemos dejar los pensamientos negativos a un lado, tratar de ver la vida con mejores ojos, aprender a soltar la cuerda invisible que tenemos con la persona, aprender a olvidar, aprender a perdonar…
Cuando una relación se rompe, una oportunidad surge.
Cuando las cosas van mal siempre nos asusta la posibilidad de quedarnos otra vez solos; es normal, no tiene que ser un problema o un motivo de tristeza, al contrario es una nueva experiencia, una nueva vida que debemos aprender a vivir y así se debe tomar.
El hecho que la relación no funcione no es tu culpa, en todo caso es de las dos partes, siempre hay dos personas y cada uno tiene que hablar de sus errores. Nunca des por finalizada una relación sin antes hablar.
Quizás de todo de lo que te culpas, no es nada más que la falta de comunicación.
Llevar bien una relación nunca es fácil, pero si tienes ganas salir adelante, empieza por aceptar que somos humanos, por lo tanto estamos llenos de errores y defectos, que nadie tiene la culpa de nada, que sólo hay que apartar el orgullo, dejar salir el sentido común y hablar. No todo tiene porqué ser tan negativo.
Cada día es nuevo, y llega con una nueva oportunidad. No le cierres la puerta a la felicidad, todo puede suceder.
Las relaciones rotas no son culpa de una sola persona sino de dos, no te sientas mal y líbrate de esas cadenas… y trata de retener lo que ya tienes en tu vida.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es un misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, arróstrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la VIDA, defiéndela.
Podemos pasarnos mucho tiempo en el presente preguntándonos ¿Por qué? en tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito porque en la vida, se trata de ir cerrando capítulos.
A pasar la hoja. A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió.
Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos.
No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes.. cosas que renovar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar.
Suelta el resentimiento, lo único que se consigue es dañarlo mentalmente, amargarlo.
Si andamos dejando “puertas abiertas”, nunca podremos desprendernos ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¡Si puede enfrentarlo ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, usted ya no es la misma persona que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Cuando vinimos a este mundo “llegamos” sin nada, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a todo y es un trabajo personal aprender a vivir algo que ya no necesitamos, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr.
Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierre, clausure, limpie, oxigene, suelte.
Pero sí podemos cambiar la forma en que vemos el pasado, podemos invertir su mal y utilizarlo para crecer, madurar y hacernos más fuertes y tomar mejores decisiones.
Nos pisotearon, pero ya no lo harán más. Nos tomaron por tontos inocentes, pero ya no lo somos. Ahora somos mejores.
No podemos cambiar el pasado, pero sí la forma de verlo. Bien sabemos que no podemos cambiar nuestro pasado, pero podemosdarle la vuelta a nuestro favor y aprender de él:
Tras las amargas experiencias ya no queremos lo que no daña, queremos un amor bueno, queremos darle sentido a nuestra vida; somos seres de amor, por lo tanto siempre estamos buscando un amor verdadero.
Y aunque la vida muchas veces se ensaña con nosotros y sólo nos trae malos amores, tú ya no estás preocupado por ello. Ya no habrá quien pueda cambiar tu forma de ser y ver la vida, eso es algo que sólo te pertenece a ti.
Has aprendido que si algo no es para ti, tarde o temprano se va de tu vida y que eso es lo mejor que te puede ocurrir, y no lo peor.
Ahora sabes que no es bueno querer retener a alguien que siempre quiere irse, no es bueno para tu salud intentar retenerlo sea como sea.
Aprendes a tener y dejar las cosas más claras: Ahora quien esté contigo sabe que si se va de tu lado no le volverás a recibir con los brazos abiertos.
Tras las adversidades, te haces fuerte.
Y di que ya no quieres más, que nadie más se ría de ti, no dejes que nadie pisotee tu dignidad.
No te sigas preocupando por el pasado, déjalo atrás… pero no lo guardes donde no lo puedas ver, pues será aquello que te dará las fuerza para seguir con la mirada en alto.
Olvidar nunca ha sido fácil, no es algo que sucede de la noche a la mañana, todo tiene su tiempo. Pero un día encontrarás el tuyo y serás completamente feliz.
Si el pasado queda atrás, el futuro es tuyo, aprovéchalo.
Mientras estás en ese proceso, busca cosas que alegren tu vida, y piensa:
¿Qué hubieses querido otra cosa? Piénsalo todos queremos todo, pero en la vida nadie lo tiene TODO.
Cuida el amor, cuida tu cuerpo, cuida tu corazón, que eso no lo venden en ninguna parte.
Si queremos llevarnos bien con alguien, busquemos ser comunicativos y cooperativos. No prestemos atención a comentarios malintencionados y dejemos que todo se calme.
Los problemas cotidiano o las dificultades para alcanzar las metas, los sueños personales; la sensación de “ser incomprendidos”, nos maneja día a día, y en repetidas ocasiones no advertimos lo que se presenta frente a nuestros ojos.
Creamos nuestros propios conflictos: Llegamos a la casa y en lugar de relajarnos y disfrutar de quienes somos con el otro; creemos descubrir que el campo de batalla está ahí, en la cocina o comedor de nuestro hogar; y el enemigo es la pareja.
Y entramos en una competencia absurda,buscándonos más problemas de los que ya tenemos.
Todo se transforma en frustraciones internas, buscamos enjuiciar, inculpar, a los demás de la infelicidad que sentimos. Los silencios o los golpes de puerta furiosos que dan por finalizada una conversación, son las habituales guerras que no recompensan a nadie. Aunque en el inconsciente que ninguno haya ganado es un triunfo.
Ahora me pregunto, ¿Para qué? ¿Para qué pretendemos ganarle al otro? ¿Qué es lo que queremos ganarles? ¿Por qué es tan importante tener la razón en algo? ¿Qué hacemos con la razón? ¿Qué es tener la razón? ¿Nos enriquece? ¿Nos hace crecer como personas?
Perder no es ninguna fórmula exitosa para la vida; debemos aprender a cambiar y a vivir en el contexto cooperativo. Buscando el bien por el bien mismo y no por la conveniencia; dar nuestro cien por ciento el cien por ciento de las veces; independientemente de cómo el otro sea; dejar de ser espejitos; “si me habla bien, respondo bien”, “ si me ignora, lo ignoro”, “ si no es romántico, no soy romántica”; ese juego según las conveniencia no nos vuelve auténticos.
Si tu pareja te ignora, pues confróntalo, pregúntale que sucede. Ser cooperativo es darle al otro lo que necesita, para poder actuar así, hay que fomentar la comunicación.
La cooperación es un valor fundamental, implica salir de sí y construir de la mano con otros. Es resaltar el amor como un conjunto. Y entonces cada día poder descubrir en el corazón, que el amor es lo más fuerte.
Si hablamos de forma negativa, fea y pesimista, ese sentimiento se nos puede acabar albergando en el corazón.
En cambio, si nos esforzamos en expresarnos de forma positiva, la forma en la que veamos la vida puede cambiar a mejor.
El lenguaje para con el mundo exterior se enfoca en la forma en la cual comunicamos lo que sentimos y pensamos a los demás: nuestras expresiones y comportamientos develan lo que en realidad somos.
El lenguaje para con nosotros mismos, se refiere a las maneras bajo las cuales manejamos nuestra comunicación interna, es decir, el cómo nos tratamos a nosotros mismos.
El uso del lenguaje en estos ámbitos determina la forma en la cual desarrollamos nuestros proyectos de vida y nos enfocamos en ella. Cuando falla uno de estos lenguajes, nos enfrentamos a una serie de problemas comunicativos que pueden afectar nuestra autoestima y nuestra autodeterminación, es por ello que debemos ser conscientes de los sentimientos y emociones que experimentamos a diario: ¿qué representan estas para nuestro bienestar?
Según como nos expresemos, así seremos.
El lenguaje puede ser las alas que le hacen falta a nuestros sueños, o pueden ser las anclas que nos condenen a una vida llena de limitaciones. Actuar y pensar de forma positiva nos impulsa en la lucha por nuestros objetivos a la par que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos.
Lo que decimos, nos condiciona.
El poder del lenguaje es inmenso puesto que a partir de él reafirmamos nuestra personalidad, todo ello a través de la repetición; cuando repetimos algo, lo memorizamos hasta el punto de emplearlo de forma automática.
Pero lo curioso, es que a menudo caemos en la trampa. Y regalamos o invertimos y creemos que damos. Y cuando las relaciones se desgastan, sentimos un irrecuperable aliento a “yo lo di todo”, “yo lo único malo que hice fue darlo todo”. Pero si eso hubiera sido un hecho y no una interpretación, tal vez al día de hoy podrías estar triste, desorientado, de duelo como corresponde a una pérdida; pero no existiría esa “decepción, de injusticia” porque cuando damos, nos enriquecemos.
Siempre que damos, también recibimos. Cuando te doy mi tiempo, mi escucha o mi paciencia, en el mismo acto también estoy recibiendo tu confianza, tu agradecimiento; hay una suerte doble dar y de doble recibir: te doy y recibo – recibes y me das. No nos ponemos a contar el “vuelto”. En cambio cuando te “regalo”, te estoy entregando algo que no es mío, sino tuyo, que yo lo compré para ti, que lo hice pensando en ti, lo cree, genere, o fabrique; pero el dueño de eso siempre has sido tú. Si te regalo un tiempo, una conversación, tú la recibes, te agrada, la aprovechas, me dirás “gracias” por actitud de gratitud, pero yo no me enriquezco, porque no te doy de mí, porque tú no me das de ti.
¿Das esperando recibir? Y ¿cuántas veces has regalado para obtener la recompensa oculta? ¿Cuántas veces has regalado la sonrisa, el beso, la palabra para obtener a cambio algo? ¿Reconocimiento? ¿Amor? ¿Aprobación?¿ Y sabes que tal vez, en esos momentos no hayas regalado sino invertido?
Porque invertir es disponer algo de mí, prestártelo y esperar a que me lo devuelvas con creces. Y muchas veces, amamos, nos reprimimos, y hacemos el famoso “sacrificio” pensando que estamos “dando” y en lugar de eso “estamos invirtiendo”, después, si resulta que no hay una recompensa, una devolución o no ha dado el fruto deseado, acabamos sufriendo.
Dar no es invertir… es entregar ( regalar )
Aquél que espere dar sin recibir, lo que en realidad está haciendo es estar regalando. Está entregando algo que no es suyo, o no que no siente como tal. Porque en el dar recibimos instantáneamente.
Dar es dar. Y por ello no reprochamos, ni nos quejamos. Porque en su momento hubo una satisfacción, me entregué, me recibiste, y en ello te entregaste y yo te recibí; y así comienza una vez más el ciclo.
Dar nos permite crecer, tanto en lo personal como con el otro. Es la base de la comunicación, de esa “acción en común” de este ser orador y oyente a la vez, en forma simultánea. Y cuando existe comunicación, existe relación; existe sentido, un lazo de amor que nos acerca cada día, al descubrimiento de quienes somos en virtud de cómo somos con ese otro. Entonces, todo es armonía.
¿Dar, regalar o invertir? La vida se basa en el dar, habrá momentos de regalar y muchos de invertir; descubrir en qué áreas aplicar cada verbo, es parte de tu tarea cotidiana.
La devastación de los recursos está acabando con las fuentes de agua y con el aire que respiramos. El clima ha cambiado, las temperaturas han aumentado de manera impresionante. Los glaciales se derriten. Grandes inundaciones suceden en todo el mundo. Enormes tornados y huracanes devastan a Centroamerica. Sentimos los terremotos en carne propia. Nos amenaza el caos informatico. La pobreza generalizada, producto del caos ecónomico, se siente en todos los paises del mundo.
Todos buscamos respuestas y un camino seguro para estos tiempos que vivimos. Reconocemos nuestros niveles de insatisfacción, de sufrimiento, de angustia, de conflictos emocionales y personales, que no estamos viviendo en armonía.
Los Mayas sabian que esto iba suceder exactamente en estos tiempos. Y que nos dejaron guias para que cada uno de nosotros en forma individual contribuya a la humanidad al amanecer de la galaxia, la Nueva Era y salgamos del caos y la destrucción que nos acosa.
Nos dejaron profecías en las que hablan de estos tiempos. Sus visiones del futuro, de nuestro presente, son basadas conclusiones obtenidas de sus estudios cientificos y religiosos sobre el funcionamiento del universo.
- En diciembre de 1996, un sátelite enviado por al NASA para investigar al Sol, el Soho, se encuentra con una sorpresa: que el Sol ya no tenía polos sur y norte, es decir, que se habia convertido en campo magnetico homogeneo.
- En enero de 1997, una impresionante tormenta magnética ocasiona una enorme radación solar que destruye el satelite Telstar 401 de la NASA.
- En diciembre de 1997, la NASA detectó que el centro de la galaxia comenzó a enviar inmensas cantidades de energía hacia al Universo. Desde entonces, el campo electromagentico de la Tierra se ha movido y ha disminuido su potencia, de una medida de 4 gauss en 1996, a 1,5 gauss en el 2000. Gauss es una unidad de medida de fuerza por centimetro cuadrado de superficie. Es decir, la gravedad se esta acercando a cero.
- En las ultimas dos semanas de septiembre de 1994, sucedió un vaivén en el campo electromagentico que obligó a los aviones en vuelo a aterrizar manualmente y no por instrumentos de presición. Pareció normalizarse en octubre. Sin embargo, durante julio, agosto, septiembre, y octubre de 1996, se registró una anomalía muchismo más grande y larga.
- El polo sur magnatico se desplazo erraticamente, moviendose hasta 17 grados en un día. Después regresó casi al lado de su ubicación original, obligando a todos los aereopuertos del mundo a reimprimir sus mapas aeronauticos. El aeropuerto de Chicago, por ejemplo, cambió de 2 a 1,5 grados.
Además, otra cosa que comenzó a cambiar fue la frecuencia de vibración o resonancia Shumann, que es como la frecuencia cardiaca del planeta. Ha subido una frecuencia inicial en 1997 de 7,8 latidos por segundo a 11,5 en el 2000. Es decir, el planeta se esta agitando.
Todo esto quiere decir que los científificos si saben lo que esta pasando. Y que están de acuerdo con lo que encontraron los Mayas hace 1200 años.
Si continuamos en este curso negativo de odio, iremos directo a la destrucción y desapareceremos como especie pensante en el planeta. Pero si tomamos conciencia y nos damos cuenta de que todos formamos parte de un organismo gigentesco y que debemos permanecer unidos, que estamos todos interconectados, que al dar recibimos, que debemos sanar y respetar a la Madre Tierra, ocuparnos de su purificación y limpieza, iremos directo al crecimiento positivo.
La naturaleza, nuestro Sol, la galaxia estan esperando nuestra decisión. De ello depende cómo suceda el cambio de los tiempos: si en medio del dolor, destrucción e inconciencia, o por el contrario, unidos en una actitud positiva, dirigidos hacia la perfección de la evolución que se viene.
unas son tristes, otras alegres;
unas limpias y claras;
otras borrosas y oscuras.
Pero aún queda una página de hoy.
Piensa y quiere que ésta sea la página
más bella,
la más sincera,
la más sentida.
Cada mañana al despertar, recuerda
que aún has de llenar la mejor de tus páginas,
la que dirá lo mejor que tú puedes dejar en el libro
que estás escribiendo con tu propia vida.
Piensa que siempre te falta por escribir la página
más bella.
La necesidad de aprobación también se graba en nuestro subsconciente a temprana edad, nadie quería de niño que sus padres o maestros se enojaran, podrian hasta dejar de querernos, era mucho mas placentero tener su aprobación, y mantener así su cariño, así es como nuestra educacion, con su sistema de premio y castigo genera una marca en nuestro subconsciente, que si no la dejamos de lado, la arrastramos a lo largo de nuestra vida, la opinión y la aprobación del otro, quien quiera que sea, se torna mucho más importante que la nuestra y detrás de esa aprobación estamos esperando un gesto aceptación o de cariño.
Por eso piensa en ser uno mismo, en tu opinión personal, equivocada o no es eso, TU opinión, TUS gustos, TUS deseos, TUS pensamientos, TUS conceptos, no tienen por que coincidir con las del resto de las personas y tienen la virtud de ser TUYAS, si el resto las comparte bien y si no las comparte, bien, tampoco quieras imponerlas a otros, simplemente disfruta de lo que es TUYO, si en tu crecimiento descubres que en algo estabas equivocado, FANTÁSTICO, significa que estás creciendo, si descubres el enorme beneficio de ser uno mismo, la aprobación y la opinion del otro va a dejar de importarte, que no significa no respetarla, simplemente significa que comienzas a quererte tal cual sos y que te liberaste definitivamente de la manipulacion ajena. Disfruta el enorme placer de ser quien sos, vas a descubrir una formula increíble, cuando menos busques la aprobación ajena, más la va a tener, y todo por ser uno mismo.
Por lo general, nos concentramos más en el tener y el hacer, que en el ser.
Esto es algo que nos limita y acaba amargando la vida, porque nos lleva a no prestar la atención necesaria a lo que esperamos de la vida y en qué estamos dispuestos a dar de nosotros mismos para lograr la felicidad.
No establecemos un punto de partida, un momento de reflexión sobre lo que es importante para nosotros, y vivimos la vida sin ponernos metas y objetivos y perseguirlos. ¿Por qué no decidimos ser felices? Deberíamos realizarnos un autoanálisis para asegurarnos de si estamos poniendo esfuerzo en conseguir aquello que nos satisface, si estos esfuerzos están orientados a satisfacer nuestras necesidades auténticas, o si por el contrario sólo nos dejamos guiar por caprichos impuestos por el entorno. ¿Por qué nos fijamos tanto en la felicidad de los demás? Todo ser humano se expone a caer en la trampa que la vida moderna nos impone, al hacernos creer que vivir en pareja es lo único que nos puede hacer felices. Nos concentramos más en los triunfos de los demás que en seguir nuestros propios triunfos. No hemos aprendido a categorizar a los demás para marcar una diferencia en nuestra propia vida y en la vida de los demás, pensamos siempre en quienes tienen más suerte que nosotros, o en la persona que a “pesar de tanto daño que nos ha hecho, es tan feliz”.
Tenemos la capacidad de disfrutar de las personas que están presentes en nuestra vida, aun así, nos lamentamos por quien ya no está. Tenemos la capacidad de centrarnos en lo que tenemos por delante, la capacidad de otorgarnos a nosotros mismos una completa atención pensando en nuestra propia felicidad.
La felicidad es un estado mental, una decisión personal. Entonces, ¿por qué escogemos llorar por tiempo indefinido? ¿Por qué renunciamos a la posibilidad de ser felices con lo que tenemos y con quienes están en nuestro entorno?
Ellas cargan niños, penas, y cosas pesadas;
sin embargo, tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
Ellas sonríen cuando quieren gritar,
Cantan cuando quieren llorar,
Lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas,
Las mujeres tienen cualidades especiales,
Se ofrecen para las causas buenas,
Ellas son voluntarias,
Luchan por lo que ellas creen.
Se enfrentan ante la injusticia.
Ellas no aceptan un “no” por respuesta cuando están convencidas que hay alguna solución.
Ellas aman incondicionalmente.
Las mujeres son honradas, fieles, y saben perdonar.
Son inteligentes y conocen su poder; sin embargo,
saben usar su lado más suave cuando quieren conseguir algo.
Las mujeres quieren lo mejor para su familia, sus amigos, y ellas mismas.
Sus corazones se rompen cuando fallece algún amigo.
Sufren ante la pérdida de un familiar, pero todavía
sacan fuerzas cuando el resto ya no la tiene.
El toque de una mujer puede curar alguna dolencia.
Saben que un abrazo y un beso pueden sanar un corazón roto.
Una mujer puede lograr que una tarde sea romántica, inolvidable.
Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas.
Viven en casas, departamentos y cabañas.
Ellas manejan, vuelan, caminan, corren o usan el e-mail para demostrarte cuánto se preocupan por vos.
Las mujeres hacen más que solo dar la vida.
Ellas traen alegría y esperanza.
Comparten ideales y reparten compasión.
Dan apoyo moral a su familia y amigos.
Todo lo que ellas quieren es un abrazo,
una sonrisa para que vos puedas hacer lo mismo con otras personas.
Las mujeres tienen mucho que decir y mucho para dar.
La belleza de una mujer no está en la ropa que lleve,
la figura que tenga, o la manera en que se peine.
La belleza de una mujer debe verse en sus ojos,
porque esa es la puerta a su corazón,
el lugar donde el amor reside.
La belleza de una mujer no está en un lunar.
la verdadera belleza de una mujer se refleja en su alma.
Es el cuidado que ella amorosamente da,
la pasión que ella muestra.
La belleza de una mujer con el pasar de los años crece!
En ocasiones el reloj no se detiene o corre despacio,
En ocasiones la vida nos resulta aburrida,
En ocasiones todo lo vemos y sentimos negativo,
En ocasiones el dia nos parece noche,
En ocasiones los detalles parecen olvidados,
En ocasiones nos sentimos tristes y solos sin más,
En ocasiones alguien parece traicionarnos.
Cuando las nubes no te dejen ver la claridad del sol, APARTALAS Pues, de otra forma, no lograrás ver las estrellas sino la oscuridad de la noche. Cuando no puedas dormir cada noche SUEÑA, solo se cumplen aquellos de quienes los tienen. Cuando alguien te falle sin más, NO TE DETENGAS, nunca perderás tú, si no él la vida se encargará de recordarselo. Cuando tengas un buen amigo CONSERVALO, es el mejor regalo, jamás te fallará. Y no olvides, cada dia al levantarte de dar gracias por lo que tienes, no por lo que se quedó atrás. Solo de esta forma, podrás lograr esa paz interior tan deseada, la tuya, y lo que es mejor, la de los tuyos.
Pero el Sol cada día vuelve a salir, las responsabilidades llaman y la necesidad también y logramos levantarnos de la cama, con la esperanza puesta en que hoy todo va a ser diferente.
No importa lo cansado que estemos, sobran motivos para vivir: el viento, las flores, el cielo, las amistades, la sonrisa, los amigos, los que no son amigos, te enseñan a superar adversidades.
Sin fuerzas para caminar, pero con el mayor ánimo de estar bien, con ganas de encontrar un nuevo motivo para sonreír, para luchar, para ser feliz.
Sin fuerzas después de la batalla, pero con ánimos de ganar la guerra contra las tristezas y las decepciones.
La vida es una cajita de sorpresas y si ciertamente llegan cosas malas, ¿por qué no confiar en que llegarán las buenas también?
Vinimos al mundo con un propósito, somos nosotros quienes forjamos nuestro propio camino,¿acaso no queremos que las mejores cosas nos sucedan?
Vuela hasta donde el camino te lleve, no te conformes con cosas pequeñas. La vida es una lucha diaria con el mundo, y con un obstáculo grande, tú mismo.
No pienses que las cosas que más deseas no pueden suceder, es tu creencia, la que te da fuerzas y ánimo para continuar. ¿Quién dijo que la vida es fácil?Nadie, pero recuerda que lo que más cuesta es lo que en verdad vale la pena, sin importar lo que sea. En cualquier situación en la que estés, levanta tus ojos y cree. Si sabes qué es lo mejor para ti y lo quieres, tranquilo que estás a la mitad del camino, pero es en ese instante donde debes poner toda tu voluntad y tu fe.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser. En un minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo. Un minuto para comenzar la reconstrucción de una vida.
Minutos... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos "es un minuto" que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a algún lugar...
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida. Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "sí no es hoy, será mañana".
Y es que en la vida hay decisiones que de equivocarnos duelen, y duelen mucho. Las malas decisiones siempre nos traerán malos resultados. Es obvio que nosotros no tomamos decisiones esperando equivocarnos, la mayoría tomamos decisiones esperando que nos vaya bien, pero a veces tomamos decisiones llevadas por la emoción, decisiones que no pensamos, no analizamos, no reflexionamos, sino que simplemente tomamos, creyendo en ese mismo instante, que lo que estamos decidiendo es lo correcto.
Como duele haber tomado una decisión a la ligera, como duele haber pensado que era lo que teníamos que decidir y al ver los resultados, darnos cuenta que erramos totalmente.
Pero tampoco podemos pasarnos la vida lamentando, llorando o reprochándonos de las decisiones que tomamos.
¿Cómo fue que llegaste a este punto?, sé lo que se siente. Pero también a través de la experiencia nos vamos dando cuenta que a pesar de todo Dios siempre tiene cuidado de nosotros, siempre está allí para hacernos reflexionar sobre lo malo que hicimos y para darnos nuevas oportunidades.
Es cierto que muchas de las consecuencias de nuestras decisiones la tendremos que afrontar, El siempre está dispuesto a echarnos una mano, a darnos la fortaleza necesaria para afrontar cualquier situación y sobre todo para darnos una nueva oportunidad.
Ya no te sigas echando mas la culpa, El quiere perdonarte, sanar las heridas que hay en tu corazón y sobre todo quiere darte una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, lo hecho, hecho está, ahora hay que ver hacia adelante, dejando a un lado todo aquello que te esta estorbando.
Esa mala experiencia que te ha tocado vivir te servirá de aprendizaje. No sigas creyendo que todo está perdido.
A muchas personas les pasa como si cada día algo malo les ocurriese, sufren una pérdida diaria, sienten que los días son grises, y es que no pueden ver más allá de los problemas que tienen porque ya están a tope con todo cuanto les sucede y ha sucedido, durante años han acumulado experiencias negativas, y ya no pueden ver más allá. En momentos así hay que saber detenerse y hacer un balance, empezar a valorar si realmente merece la pena seguir cargando con esas cosas o si es mejor dejarlas a un lado, tirarlas, desecharlas y empezar de nuevo sin los rencores y frustraciones que no nos permiten seguir o mirar hacia adelante.
Cuando tenemos un corazón limpio de buenos sentimientos hay espacio para poder llenarlo de nuevo. Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida.
Los recuerdos siempre serán parte nuestra, pero hay que mirarlos como lo que son, simplemente “recuerdos”. Es lindo recordar, incluso llorar por las cosas que un día nos hicieron sonreír, se puede vivir con esos sentimientos que siempre va a ocupar un espacio de nuestro corazón.
Nuestro cuerpo es como nuestra casa, si la mantenemos en orden, incluyendo nuestros sentimientos, siempre quedará más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros.
No es fácil querer tirar lo que tanto se amó, pero sí podemos tener ganas de volver a empezar de nuevo con nuestras vidas y con nuestro deseo de que la limpieza llegue también a nuestro interior, quizás un día no muy lejano estés preparado para volver a recibir lo que hoy encuentras imposible.
Cuando alguien se destaca debes tomarlo bien, estas personas podrían motivarte a ser mejor, hay mucha diferencia entre admirar y ser un ser egoísta.De lo contrario si el hecho de que a esa persona le vaya mejor que a ti sólo te provoca celos y envidia, toda esa mala energía que proyectas se puede volver contra tu persona.
Mejor sería imitar las cosas buenas que observas, las que le hacen ser diferente y destacar.Tratar de imitar lo bueno de los demás no es malo, todo lo bueno lo podemos utilizar para nuestro bien, si te abres a ese mundo de posibilidades seguro que tu vida será mucho más feliz y placentera.
Cuando veas a una persona que es una triunfadora, que en todo le va bien, piensa que ha sido una persona buena que da lo mejor de sí.
No permitas que en tu corazón se encuentre el egoísmo, los celos o la envidia. Eso es un gran desgaste para nosotros mismos y con eso jamás lograremos alcanzar una buena actitud frente a la vida. La mejor competencia es con una mismo, tratando cada día de ser mejores a modo que podamos dar lo mejor a todos los que nos rodean.
No cambiar nunca el ritmo de vida es cansador, algunas actividades deberíamos tomarlas de una manera mas tranquila, pero igualmente hay otras actividades en las que deberíamos ser mas acelerados, como en todo, no existe un ritmo único que sea apropiado para todo.
La vida esta llena de felicidad, pero vivimos tan aferrados al mañana que se nos olvidan los minutos del hoy. Disfruta la vida, no vivas tan apresuradamente, a ese ritmo te pierdes todo lo maravilloso que puede ser el mundo solo si te relajases un poco para mirarlo con buenos ojos.
La ilusión es estar contento cuando todo esta negro a nuestro alrededor, es pensar que por muy mal que hoy nos encontremos mañana sera un día diferente.
Tenemos ilusiones cuando esperamos que alguien nos llame, tenemos ilusiones cuando algo esta por llegar, tenemos ilusiones cuando una persona cercana nos promete que va a mejorar.
La ilusión no tiene precio, porque ella es la que nos mueve a despertar y nos anima a realizar diferentes cosas, la que nos lleva a querer cambiar nuestras vidas... Por eso, nunca dejemos que se nos muera la ilusión, porque seria como morir cada día sin haber echo nada por nosotros o por nuestros familiares y amistades.. debemos ser creadores de ilusiones, darle a la vida nuestros sueños.
El ego te mantiene alejado de vos mismo, porque cuando llegas a creerte que eso eres, no se plantea la cuestión de buscarte a ti mismo. Actualmente hay más ignorancia que nunca. Pero aparte de lo que pase en el mundo, cada uno es capaz de salir de esa oscuridad. Lo primero que ha de comprender es que no se conoce a sí mismo, y que lo único que sabe de sí mismo son las opiniones que le imponen los demás. Como no conoces nada de ti salvo el ego, si lo dejas fuera te dejarás fuera de ti mismo.
Mantenerte ocupado, haciendo cosas, es un falso sustituto para no tener tiempo, no tener fuerzas, no tener necesidad de buscar tu propio ser.
Si alguna vez sientes ganas de llorar, llora Deja salir tus lágrimas y con ellas todas las cosas que te hacen sentir mal; no dejes que se acumulen en tu ser, porque sólo darán paso a otro tipo de sentimientos que te hieren aún más.
Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser, date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú, pero aún con todos tus defectos y cualidades, eres una persona única en el universo, por eso eres especial.
Si alguna vez sientes que nadie te quiere, olvídalo, pues eso no es cierto; si te encuentras en esta tierra es porque alguien allá arriba lo quiso así, Él te hizo único y especial porque te ama y nunca te abandona porque eres lo máximo para Él; pero además de Él, hay personas a tu alrededor que te quieren, aunque a veces estamos ocupados en nuestros problemas y no les abrimos las puertas de nuestro corazón para demostrárnoslo.
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.
2.- El regalo del Cariño.
Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos, estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.
3.- El regalo de la sonrisa.
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: "me gusta reír contigo"
4.- El regalo de las notas escritas.
Esto puede ser un simple "gracias por ayudarme", un detalle como estos puede ser recordado de por vida.
5.- El regalo de un cumplido.
Un simple y sincero "te ves genial de rojo", "has hecho un gran trabajo" o "fue una estupenda comida" puede hacer especial un día.
6.- El regalo del favor.
Todos los días procura hacer un favor.
7.- El regalo de la soledad.
Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Se sensible a aquellos días y da este regalo o solicítalo a los demás.
8.- El regalo de la disposición a la gratitud.
La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como "Hola" y "Muchas Gracias".
Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su corazón a nosotros.
Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.
Nunca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos, y la prueba que has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para terminar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.
No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en ti, y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo, reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete de una vez y triunfarás en la vida.
¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS FRACASADOS!
"Es bueno que uno ponga todo su empeño en lo que hace, pero sin obsesionarse por lograr la perfección." (Megan)
Todos los días trata de contarles a tus padres al menos una cosa buena de lo que te haya pasado, por pequeña que sea. Así, cuando surja un problema grave, te será más fácil hablar con ellos. Y ellos, a su vez, estarán más dispuestos a escucharte. Si no te atreves a hablar cara a cara con alguien, trata de hacerlo por teléfono o escribe una carta. Por lo general, el primer paso para empezar a sentirse mejor es confiarle a alguien el problema. Y si el desánimo domina tu corazón, recuerda que "Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas". Si tu tristeza no desaparece, es posible que tengas algún trastorno de salud, como puede ser la depresión.
Fingir que no tienes un problema sería como subir el volumen de la música para no escuchar ningún ruido extraño. No tienes por qué avergonzarte de lo que te ocurre.
"No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien".
Es verdad que nunca podrás cambiar lo que pasó, pero sí puedes cambiar tu forma de reaccionar. Si dejas que el resentimiento te domine, en cierto modo estás permitiendo que la otra persona controle tus pensamientos y sentimientos, tal como un pescador controla al pez que muerde el anzuelo. ¿No preferirías ser tú el que tuviera el control?
Te resultará más fácil controlar tus emociones si comes bien y descansas lo suficiente.
Si no recibes amor, si estás quedando en el olvido, si ya no eres apreciado, si todo son críticas hacia ti y si todo quedó en promesas incumplidas que el viento se llevó… entonces recibes menos de lo que mereces y necesitas.
Nadie que te haga sentir mal te merece.
Muchas veces descuidamos el amor, lo dejamos abandonado, solo importan nuestros problemas.
Mientras ambos se alejan, también se van alejando los corazones y las promesas… se cae en forma muy triste, supone mucho tiempo de esperas que se vuelven eternas, de planes, de sueños que al final quedan en la nada… Sólo promesas al viento.
Es difícil recuperar el tiempo que se va, pero lo más triste del amor, es que aunque cada persona ama de distinta forma,siempre esperamos que nos amen como nosotros amamos.
Pero eso es muy difícil, sólo tú sabes amar de esa manera, cuando ya sientes ese vacío que deja un amor, es mejor alejarse, pensar que las palabras no eran tales, así que a volver a vivir y empezar la vida sin esa persona.
Nadie debe dejarte sin ganas de nada, la persona que pierde es la que se va, porqué tú nunca te has ido, sólo que no te supieron apreciar, hay que dar olvido a esa relación…
Unas pequeñas palabras pueden hacer una gran diferencia en nuestras vidas y las de quienes nos rodean, pueden hacer que el día sea mejor. Intentemos ser conscientes de la importancia de las palabras. De expresarnos de forma positiva.
De niños dependemos totalmente de nuestros padres, pero nos acercamos y comunicamos en especial con nuestras madres. Un día llega un tiempo en nuestra vida en que creemos que lo sabemos todo y que no necesitamos de su guía.
Las circunstancias nos llevan a buscar constantemente de nuevos consejos, ya sea de la madre, de algún amigo o familiar...
Muchas de las ideas y los consejos nos pueden parecer repetitivos y hasta puede ser cansador escuchar lo mismo, sin embargo para muchas personas es necesario escuchar una y otra vez las mismas frases, porque muchas personas necesitan “repasar” una y otra vez lo que escuchan, hasta gravarse en la mente que si es posible cambiar, que si es posible mejorar una relación.
¿Cuántas veces nos vamos solos, enojados, sin haber terminado una discusión? Dejando para mañana terminar o aclarar algún problema, el nuevo día con el sabor amargo de la discusión de “ayer”. ¿No sería mejor, más fácil y saludable para la relación, que de una vez por todas se den cuenta que la decadencia de una relación se debe a eso, a dejar puntos importantes para aclarar “después”?
No existe una fórmula que nos de las claves exactas para una buena y duradera relación, pero existen las claves simples que no necesitan de una formula, ni de mucho sacrificio, antes de iniciar una relación, debemos poner en practica lo bueno que nos fueron enseñando a lo largo del tiempo, para dar un ejemplo.
Las palabras hacen una gran diferencia, los resultados pueden ser negativos o positivos; por supuesto preferimos los positivos, el agradecer, el decir te amo, te perdono, gracias, gracias, gracias… una palabra tan simple pero que tiene un gran efecto positivo.
Pero con frecuencia nos olvidamos de dar gracias, se nos olvida que debemos agradecer lo que tenemos, por que logramos y no por lo que no tenemos, una palabra, un gesto, un detalle, aunque no sea un fecha especial, una corta expresión de amor, una, una sola tiene el poder de cambiar nuestro día dramáticamente.
Sin olvidarnos que existe una fuerza mayor, la cual debemos agradecer sus bondades y su amor infinito, dar gracias a Dios una vez, tan sólo una vez al día iluminará nuestras vidas.
¿Diste gracias el día de hoy? ¿Expresaste tu amor el día de hoy? ¿Qué estás esperando?
En la vida solo ocurren tres cosas:
Una que ya ocurrió, y no pudiste hacer nada al respecto: nacer.
Otra es la muerte; aunque todavía no ha ocurrido, tampoco puedes hacer nada al respecto.
Por eso es mejor que olvides por un momento esas dos cosas, porque están fuera de tu alcance.
Entre las dos quedan la vida y el amor.
No se puede eliminar fácilmente a una persona viva. La persona que ama tiene una visión clara y no se deja engañar por nadie.
Pero si esas condiciones llegan a cegarte, empezaras a reprimir en tu interior toda posibilidad de ser mas alegre, mas cariñoso, mas dichoso. Es una lucha entre tu pasado y tu propio ser. El pasado es largo; pero si estas alerta todavía tienes tiempo de escapar de las cadenas del pasado.
La persona liberada del pasado es la única libre para vivir el presente.
Y aquella persona que se ha liberado del pasado, también se liberará automáticamente del futuro. El futuro es una proyección del pasado. El pasado no tiene más existencia que el futuro, pero el pasado te proporciona deseos, sueños, y por eso empiezas a considerar el futuro como un "refugio".
La realidad consiste solo en el ahora, en el presente. No tiene nada que ver con el pasado ni nada que ver con el futuro. Está concentrada en el momento presente que, si puedes estar en ella, todo lo que estés buscando se va a cumplir.
Vive momento a momento, dejando atrás el pasado, como el polvo que se acumula en un espejo. Piensas en el futuro porque tu presente es malo, porque sufres. Para evitarlo, te centras en metas lejanas. Jamás alcanzarás esas metas, porque siempre estará el presente, no el futuro.
Hay que darle un nuevo significado a las lágrimas, una nueva perspectiva que han perdido porque la humanidad ha vivido en el sufrimiento, y las lágrimas han pasado a formar parte de ese sufrimiento. Como la humanidad ha estado dominada por el hombre, este se ha empeñado en no llorar, por una cuestión de ego y orgullo. Llorar es algo femenino, cosa de mujeres. No es cierto. Es una idea fea, machista, porque las glándulas lacrimales de los hombres son como las de las mujeres. La naturaleza no ha puesto diferencia en esas glándulas. El hombre ha sido muy egoísta a lo largo de los siglos y piensa que el llanto es una especie de debilidad. Reprime las lágrimas, pero no es consciente de sus consecuencias. También ha reprimido su amor y ha creado situaciones peligrosas para él. Hay mas hombres que mujeres que se vuelven locos, por la sencilla razón de que no dejan de controlarse. La mujer no se controla, cuando siente ganas de llorar, llora. JAMÁS te avergüences de tus lágrimas. Siéntete orgulloso de seguir siendo natural. Siéntete orgulloso de poder expresar lo inexpresable con tus lágrimas. Esas lágrimas son ese corazón tuyo que no puede emplear la palabra. Los ojos que han perdido las lágrimas han perdido su más glorioso tesoro. Me gustaría que los que me rodean fueran totalmente naturales, inocentes, y cuando fluyan las lágrimas, alégrate: sigues vivo... porque ¿acaso no sabes que los muertos no pueden llorar, que los muertos no tienen lágrimas?
Y quienes piensan que están vivos y no pueden llorar, han muerto desde hace tiempo, el mismo día en que murieron sus lágrimas, porque murió su amor.
La esperanza se preocupa por quererlos resolver,
Desconfías de la gente, del amor y piensas que
No es posible que se sufra más que tú.
Y esos días tú te rindes al mundo en torno a tí
Para no sentir el miedo del valor que no se ve
Y te sientes tan perdido que ya no puedes más
Sin la fuérza que te da la vida.
Busca una salida, un mañana que
Cure las heridas que hay dentro de tí,
Lucha por vivir, con ese valor que no se ve.
Equivocarse nunca importa, vuélvelo a intentar
Si una puerta se te cierra, otra puerta se abrirá
Lo que en realidad importa es no renunciar jamás,
Pues tal vez estés a un solo paso...
Busca una salida, un mañana que
Dé una nueva vida a todo el mundo que
Luchará con fe, con ese valor que no se ve
Por todos ellos, échale valor,
Por quien lo pierde y lo va buscando,
Por los que se sienten tan mal como tú,
Por esos que esperan sin desesperar, como tú
Busca una salida, un mañana que
Dé una nueva vida a todo el mundo que
Sólo por dolor no se pierda en el camino
No te rindas nunca, busca en tu interior
Busca la salida, el mañana que
Vuelves a tener dentro del valor que no se ve
• Unos frutos son dulces, buenos.
• Otros frutos son amargos, agrios, están pasados, pudriéndose y nos hacen mal…
Hay quienes siempre eligen vivir amargados y quienes siempre buscan lo mejor para disfrutarlo y compartirlo. La elección es nuestra.¿Qué sucedería si cada día escoges el mejor de todos los frutos?
¿Por qué crees que no estás escogiendo ya, a menudo, el fruto de tu elección? ¿No hay frutos extraordinarios en tu árbol? ¿Estás tan distraído por los problemas cotidianos que nunca te paras a ver el árbol de tu vida?
Sea cual sea la razón, en muchas oportunidades no sabes elegir ni apreciar las oportunidades que te da el universo.
¿no te la pasas arrancando frutos podridos? y lo peor de todo, ¿compartiendo de esos con otro?
¿Cuáles son los motivos que nos hacen elegir las frutas verdes de la vida? El miedo, la inseguridad, la creencia de no merecer, la vergüenza y la falta de confianza personal.
A veces estiramos la mano esperando que nadie nos observe, para escoger lo mejor, pero si alguno nos reclama, creemos que es suficiente como para dejarlo, ¿por qué? Tú también mereces sonreír, vivir con satisfacción.
No importa lo mucho que te hayas equivocado, o caído, tienes el derecho de sacarle a la vida los mejores frutos.
¿El miedo es bueno o malo? ¿Qué es malo? ¿Qué es bueno?
Nada es bueno o malo en sí mismo; todo es relativo; depende de como se mire.
Algunos dicen que el miedo se encuentra en el estómago; otros en la garganta; o en el pecho. Pero los miedos viven en la mente y se manifiestan en otros órganos. Por eso cuando tenemos miedo,sentimos que el corazón se nos va a salir por la boca, o tenemos retorcijones. Los miedos hablan. Y en su discurso algunos nos distancian de peligros pero también a veces nos alejan de las metas que queremos para nuestras vidas.
Por ellos dejamos de actuar de un modo u otro, y entonces no hacemos tal cosa por lo que van a pensar, o no decimos aquello porque nos van a rechazar, o no expresamos nuestros sentimientos porque haríamos el ridículo.
Nos reprimimos “por las dudas” y nos perdemos la posibilidad de experimentar algo nuevo para nuestras vidas; aun cuando no sea color de rosa; porque si aprendemos a mirar con otros ojos, todo lo que acontece en el día a día son enseñanzas.
“Nuestros temores suelen crear eso que tenemos:
Lo que evitas, invitas”
(Sam Kem)
Si observas como se conjuga el verbo CREAR y CREER en primera persona del singular, te darás cuenta que una CREA lo que CREE, en ambos verbos la conjugación es YO CREO.
Si crees en el amor, creas amor. Pero si crees en la desilusión o el fracaso creas eso para tu vida. Tal vez en una primera lectura no lo entiendes. ¿Qué creas cada día al despertar? ¿En qué crees?
Si despertamos con entusiasmo, creyendo que es “maravilloso estar vivo” vamos a “crear un excelente día para nosotros”, y ese día será excelente. Puede irnos todo mal, discutir con alguien y aun así ser un excelente día.
Lo importante no es lo que sucede, sino lo que hacemos con eso que sucede.
Nuestros miedos son “creencias”, no son hechos; son interpretaciones que vivimos como hechos.
Hay que tomar las riendas de nuestras vidas y empezar a crear cosas maravillosas, desde nuestros pensamientos está el poder. Creo algo y creo esa realidad para mí.
Por supuesto que nuestros miedos tienen un pasado; algo nos sucedió y ahora “tememos que regrese” pero no necesariamente tiene que suceder.
La mayoría de los miedos que tenemos se “espantan” si los enfrentamos.
¿Cuáles son tus miedos? ¿Qué conversaciones internas te frenan de ser la persona que quieres ser? ¿Qué posibilidades te abre atravesarlos?
